La obra conecta profundamente con las emociones a través de versos que narran encuentros y desencuentros, explorando el amor, la desilusión, la esperanza, la vida, la naturaleza, la mujer y Dios. Transporta al lector a ese espacio maravilloso que es el corazón.
Con versos libres influenciados por el modernismo, entrelaza el mar con la naturaleza, la soledad con el silencio y los amigos con la familia, creando una armonía de grandes sentimientos. Su lirismo extremo invita a sentir paz y a reencontrarse con uno mismo. La métrica variada y la expresión enunciativa no escapan a la esencia de la provincia y al carisma de quienes viven intensamente rodeados del mar.
Leer estos poemas es dialogar con la dulzura, donde la inocencia se mezcla con un atrevido candor que sorprende en algunos pasajes. La obra, sin duda, constituye un oasis en el desierto de la vida cotidiana.